
Europa encallada en el software estadounidense: el 74 % de las empresas cotizadas dependen servicios de Google o Microsoft
por Edgar OteroUn nuevo estudio publicado por Proton, empresa especializada en privacidad digital, revela el alto nivel de dependencia tecnológica que mantienen las compañías europeas con proveedores estadounidenses. El informe, parte del proyecto Europe Tech Sovereignty Watch, advierte sobre los riesgos estratégicos que implica esta situación, especialmente en sectores críticos.
Según los datos del estudio, el 74 % de las empresas europeas que cotizan en bolsa utilizan servicios clave, como el correo electrónico, de Google o Microsoft. En algunos sectores y países, esta dependencia llega al 100 %, lo que pone en evidencia la falta de alternativas tecnológicas locales y plantea dudas sobre la soberanía digital del continente.
Y, aunque el informe no lo menciona, es evidente que la llegada de la inteligencia artificial podría agravar más la situación. Es por eso que Europa quiere convertirse en el continente de la IA, un objetivo difícil de alcanzar en estos momentos. Con el panorama actual, si la IA se generaliza en las empresas, estas quedarían de nuevo en manos de empresas afincadas en Estados Unidos. De hecho, Mistral es de las pocas empresas europeas de IA que parece seguir el ritmo.
Francia, Reino Unido, España y Portugal entre los países más expuestos
Los resultados del informe varían entre países, pero el patrón es claro. En Francia, el 61 % de las empresas analizadas dependen de tecnología estadounidense, cifra que asciende al 87 % en el caso de las compañías del sector de servicios públicos.
En el Reino Unido, el porcentaje alcanza el 75 %. Por su parte, en España y Portugal, un 65 % de las empresas usan servicios de Estados Unidos, con varios sectores donde la dependencia es total. En el caso de Irlanda, el estudio destaca que en 11 sectores el 100 % de las grandes compañías emplean proveedores estadounidenses.
La empresa suiza advierte que este nivel de dependencia tiene consecuencias importantes. Las comunicaciones empresariales pueden ser utilizadas para entrenar modelos de inteligencia artificial desarrollados fuera de Europa. Además, los datos sensibles podrían quedar expuestos a la vigilancia extranjera o verse afectados por normativas legales ajenas.
También se señala que las empresas pierden control sobre el lugar y las condiciones en que se almacenan sus datos, lo que representa un riesgo particular en sectores estratégicos como la energía, el transporte y las telecomunicaciones, especialmente en contextos de tensión geopolítica.
Si te interesa el tema, te alegrará saber que este informe es la primera entrega de una serie de seis partes que busca analizar el estado de la soberanía tecnológica en Europa, un tema cada vez más relevante en el debate político y económico del continente.
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