Los nuevos procesadores AMD EPYC Embedded 2005 prometen una década de funcionamiento ininterrumpido con arquitectura Zen 5

AMD ha ampliado su catálogo de soluciones destinadas al sector profesional e industrial con el lanzamiento oficial de la serie EPYC Embedded 2005. Esta nueva familia de procesadores nace para satisfacer las exigentes necesidades de los sistemas integrados modernos, desde conmutadores de red y routers hasta planos de control DPU y almacenamiento en frío en la nube. En un contexto donde las cargas de trabajo impulsadas por la inteligencia artificial requieren cada vez más densidad de cómputo, los arquitectos de sistemas se enfrentan al reto de encajar más potencia en diseños con restricciones severas de energía y espacio.

Aunque estos chips ya asomaron la patita antes de tiempo mediante filtraciones previas, la compañía ha desvelado ahora la totalidad de sus especificaciones técnicas. La base de estos componentes es la reconocida arquitectura Zen 5, que en esta ocasión se presenta en un empaquetado BGA de 40 mm x 40 mm. Según los datos proporcionados por el fabricante, este tamaño es 2,4 veces menor que las soluciones comparables como el Intel Xeon 6500P-B, lo que permite a los diseñadores optimizar los costes del sistema y mejorar la integridad de la señal gracias a rutas eléctricas más cortas.

La serie EPYC Embedded 2005 ofrece configuraciones que escalan hasta los 16 núcleos x86 y disponen de 64 MB de caché L3 compartida. Un aspecto crucial para su implementación en entornos industriales es su TDP configurable, que oscila entre los 45 W y los 75 W. Esta flexibilidad térmica permite un ajuste preciso según el perfil de energía disponible, logrando frecuencias de CPU base hasta un 35% más altas con la mitad del consumo térmico que sus competidores directos, lo que se traduce en una eficiencia por vatio muy superior.

AMD promete que sus chips funcionarán sin parar durante una década

Más allá del rendimiento bruto, el valor de estos procesadores reside en su durabilidad. AMD ha diseñado estos chips para garantizar una fiabilidad extrema, soportando hasta 10 años de funcionamiento continuo en campo. Para respaldar la inversión a largo plazo de las empresas, la compañía ofrece un ciclo de soporte extendido que incluye 10 años de disponibilidad de componentes y hasta 15 años de mantenimiento de software, asegurando la estabilidad de los diseños frente al paso del tiempo.

En el apartado de conectividad, los procesadores no se quedan atrás y están preparados para gestionar un alto rendimiento de entrada y salida. Cuentan con 28 carriles PCIe Gen 5, lo que facilita la integración de múltiples tarjetas de red Ethernet de alta velocidad, FPGAs o ASICs de red. Además, el soporte para memoria DDR5 proporciona el ancho de banda necesario para las aplicaciones actuales, ofreciendo una ruta de migración fluida ante el final de la vida útil de la memoria DDR4.

Por último, la seguridad es un pilar fundamental en infraestructuras de misión crítica. La serie incorpora la tecnología AMD Infinity Guard, un conjunto de características que incluye un procesador seguro dedicado, arranque seguro de plataforma y protección de memoria, herramientas esenciales para mantener la integridad de los datos en entornos conectados vulnerables a ataques externos.

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