Los nuevos D-Link DGS-1010P, DGS-1018P y DGS-1026P combinan PoE+, uplinks SFP y funciones DIP para redes SOHO y empresariales

D-Link amplía su gama con los DGS-1010P, DGS-1018P y DGS-1026P, tres switches gigabit PoE no gestionados que apuntan a oficinas, pymes y entornos SOHO donde la red tiene que funcionar a la primera. La novedad que cambia el uso del día a día es un interruptor DIP integrado en el propio chasis: permite activar ajustes clave sin abrir consolas ni depender de software.

Configuración inmediata sin tocar una consola

El enfoque es práctico. Desde el DIP puedes habilitar el control de flujo para evitar cuellos de botella cuando el tráfico aprieta, activar PoE Extend para llevar datos y alimentación hasta 250 metros en tiradas largas, aplicar aislamiento de puertos cuando necesitas compartimentar equipos dentro del mismo switch y, en los modelos DGS-1018P y DGS-1026P, contar con PD-Alive, que detecta si un dispositivo PoE se queda colgado y lo reinicia de forma automática. Con esto, la puesta en marcha se acelera, las incidencias se reducen y los ajustes de campo dejan de depender de un portátil.

Enlaces SFP para crecer en distancia

Además de los puertos de cobre, incorporan uplinks SFP gigabit que facilitan el salto a fibra cuando hay que enlazar armarios, salvar plantas o cubrir edificios con tramos largos. La idea es que el mismo switch valga para un despliegue compacto y, a la vez, encaje en proyectos que necesitan crecer sin reconfigurar media red.

Aunque no son gestionados, cubren bien las necesidades del borde: alimentan puntos de acceso WiFi, cámaras IP, teléfonos VoIP o pequeños agregadores remotos, y permiten ajustar lo esencial desde el frontal. En instalaciones con seguridad y WiFi distribuidas, poder aislar puertos al vuelo o estirar PoE sin inyectores extra evita desplazamientos y trabajos fuera de horario.

D-Link subraya la fabricación en Taiwán y su apuesta por producto robusto, con diseño orientado a fiabilidad y mantenimiento sencillo. La compañía insiste en una hoja de ruta que prioriza la innovación útil, el soporte y un criterio de diseño sostenible, más allá de la ficha técnica. La idea es que estos equipos aguanten años encendidos sin dar guerra.

Tres tamaños, un mismo planteamiento

Cada modelo tiene su espacio sin complicarse con matrices: el DGS-1010P encaja en oficinas pequeñas o setups SOHO con pocos dispositivos PoE; el DGS-1018P añade más puertos y PD-Alive, pensado para pymes con cámaras y wifi repartidos; y el DGS-1026P es la opción con más boca para instalaciones que ya nacen con margen de crecimiento. El patrón es común: misma lógica de uso, mismo acceso rápido a funciones y la tranquilidad de poder escalar.

El tándem PoE Extend + SFP permite cubrir el último tramo sin inventos, PD-Alive ahorra visitas cuando un AP o una cámara se queda tiesa de madrugada, y el aislamiento refuerza seguridad en escenarios mixtos. Todo se activa desde un interruptor físico, que en campo vale más que cualquier menú escondido.

Los DGS-1010P, DGS-1018P y DGS-1026P no buscan sustituir a un core gestionado; vienen a agilizar el borde con decisiones inteligentes: DIP para ajustes inmediatos, PoE Extend para llegar más lejos, aislamiento cuando hace falta separar tráfico, PD-Alive donde toca resiliencia y SFP para enlazar con fibra. Menos tiempo de configuración, menos incidencias y una red que acompaña al negocio sin robarle tiempo.

Especificaciones D-Link DGS-1010P, DGS-1018P y DGS-1026P

Fin del Artículo. ¡Cuéntanos algo en los Comentarios!