
Intel está ultimando los detalles de su próxima generación de procesadores Xeon Diamond Rapids, destinados a centros de datos y servidores de alto rendimiento. La plataforma Oak Stream dará soporte a estas CPU, que en su configuración más avanzada ofrecerán hasta 192 núcleos P, organizados en cuatro mosaicos de 48 núcleos cada uno. Esto dará lugar a un enorme socket que ya hemos podido ver con anterioridad.
Según hemos podido conocer, Intel dispondrá de dos tipos principales de modelos. Algunos contarán con memoria DDR5 de ocho canales, mientras que los modelos superiores emplearán DDR5 de 16 canales. Gracias al uso de módulos MRDIMM Gen 2, se espera alcanzar velocidades de hasta 12.800 MT/s por DIMM, incrementando el ancho de banda y manteniendo los núcleos “Panther Cove” alimentados con datos suficientes. Además, el TDP de los procesadores podría llegar a 500 W en un solo zócalo.
Mejoras de arquitectura y enfoque en IA
Diamond Rapids será el primer producto de Intel fabricado en el nodo de proceso 18A. Entre las novedades, incluirá compatibilidad con APX de Intel y mejoras en la eficiencia de AMX. La compañía también tiene previsto añadir soporte nativo para formatos de punto flotante como TF32 de NVIDIA y FP8 de menor precisión, lo que permitirá acelerar tareas de inferencia de modelos más pequeños sin necesidad de utilizar GPU externas.
La nueva plataforma ofrecerá configuraciones LGA 9324 que abarcarán sistemas de 1, 2 y 4 zócalos, permitiendo instalar hasta 768 núcleos en un único rack de servidor con un consumo aproximado de 2000 W. Para quienes necesiten más potencia de cómputo, se incluirá soporte para aceleradores externos mediante PCIe Gen 6. Su lanzamiento está previsto para 2026. Intel planea hacerlo coincidir con la llegada de sus nuevos aceleradores de IA Jaguar Shores, pensados para complementar estas CPU y construir soluciones completas de inteligencia artificial.
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