Microsoft tiene un agujero de 4.700 millones de dólares en sus cuentas y todo apunta a que OpenAI es la razón
por Edgar OteroA pesar de que la IA generativa es una potente tecnología, parece que se está formando una bubuja a su alrededor. Un ejemplo es la multimillonaria inversión de Microsoft en OpenAI, el pilar sobre el que descansa toda su estrategia de inteligencia artificial. Ahora, este plan está generando serias dudas entre los inversores. Un reciente informe financiero anual ha revelado una partida de 4.700 millones de dólares registrada bajo "otros gastos, neto", que la compañía no ha explicado en detalle. Todo apunta a que esta cifra podría estar enmascarando las pérdidas generadas por la creadora de ChatGPT.
El problema reside en los principios contables generalmente aceptados. Con una participación estratégica del 49% en OpenAI, Microsoft debería utilizar el método de la participación. Este sistema obliga a la empresa a reportar de forma transparente en sus propios resultados la parte proporcional de las ganancias o, en este caso, las pérdidas de la compañía en la que invierte. Sin embargo, Microsoft evitó mencionar a OpenAI al justificar esa abultada cifra. Todo esto sucede en un momento en el que ambas compañías han renegociado su acuerdo.
El coste real de la apuesta por la IA
La confusión aumenta al revisar el balance general de Microsoft. El informe financiero correspondiente al año fiscal que terminó el 30 de junio mostró menos de 6.000 millones de dólares en todas las inversiones consolidadas bajo este método de participación. Esta cifra es prácticamente idéntica a la del año anterior, lo cual no parece cuadrar con la inversión de miles de millones de dólares realizada en OpenAI, una compañía cuya valoración reciente alcanzó los 500.000 millones de dólares.
La falta de claridad ha disparado las especulaciones. Una de las teorías más probables es que las pérdidas operativas de OpenAI, que sigue luchando por ser rentable, hayan sido tan significativas que hayan eliminado por completo el valor contable de la inversión de Microsoft. Si este fuera el caso, las pérdidas habrían borrado la inversión inicial de los libros, permitiendo a Microsoft no reportar más detalles y dejando a los inversores sin saber si la apuesta por la IA está generando beneficios o es, por ahora, un sumidero de dinero.
Esta opacidad financiera se suma a las crecientes críticas que la estrategia de IA de Microsoft ha recibido. Diversos inversores han mostrado preocupación por el enorme gasto en IA frente a un retorno de la inversión que todavía no está claro. Figuras de la industria, como Marc Benioff de Salesforce, han sido especialmente duros, llegando a calificar a Microsoft de "revendedor de ChatGPT" y a su producto estrella, Copilot, como el nuevo Clippy, sugiriendo que no aporta un valor real.
También hay críticas internas
La presión no solo es externa. Informes sobre la situación interna de Microsoft, citando a empleados, describen las herramientas de IA como "vistosas pero poco prácticas", debido a problemas de privacidad y seguridad. Un empleado admitió que están "construyendo el avión mientras vuela". Otros critican la estrategia de marketing, afirmando que existe una "ilusión" por renombrarlo todo como Copilot, a pesar de que la principal queja de los usuarios es que no es tan bueno como ChatGPT.
Microsoft se prepara para presentar sus resultados financieros del primer trimestre el próximo 29 de octubre. Los analistas estarán atentos para ver si la compañía ofrece finalmente claridad sobre esta partida de 4.700 millones de dólares, especialmente después de que ambas compañías hayan renegociado recientemente su acuerdo de colaboración.
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