La gran limpieza en Intel sigue: división automotriz cerrada y más recortes en camino

Intel sigue haciendo ajustes internos y esta vez las noticias no son especialmente alentadoras para parte de su equipo. En los últimos días, la compañía ha informado a sus empleados del cierre de su división automotriz, una rama pequeña dentro de su estructura, pero que dejará sin trabajo a la mayoría de las personas que formaban parte de ella. Es un paso más dentro de una serie de recortes que, desde hace meses, vienen reconfigurando las operaciones internas del gigante de los semiconductores.

Intel prepara despidos y no solo en la división automotriz

Aunque no se trataba de una de sus líneas más fuertes (de hecho, ni siquiera se reportaban cifras de ingresos concretas en ese segmento), Intel presumía en su web que sus procesadores estaban presentes en más de 50 millones de vehículos. Sus chips servían para mejorar el rendimiento de los coches eléctricos, ofrecer información útil al conductor y optimizar sistemas internos. Pese a eso, la compañía ha decidido echar el cierre y centrarse en lo que considera su núcleo: centros de datos y soluciones para clientes.

Intel ha asegurado que respetará los compromisos actuales con sus socios del sector y que el cierre se hará con una transición ordenada. Eso sí, la mayoría de los empleados vinculados a esa división perderán su puesto.

Este movimiento se suma a otros recortes importantes. La compañía ya había avisado de despidos masivos hace unos meses y planea reducir hasta en un 15 % su plantilla de producción a partir de julio. Además, el área de marketing también se verá afectada: Intel dejará esa parte en manos de Accenture, que utilizará herramientas basadas en inteligencia artificial para gestionar campañas y comunicación, lo que supondrá más salidas.

Hay líneas de negocio que permanecen al margen de esos ajustes. Una de ellas es Mobileye, la empresa israelí especializada en tecnologías de conducción autónoma en la que Intel mantiene una participación mayoritaria. Esta filial continuará funcionando normalmente y, al menos por ahora, no parece estar en el radar de los recortes.

Desde que llegó Lip-Bu Tan como nuevo CEO, la compañía ha dado señales claras de que busca simplificar su estructura, reducir costes y centrarse en las áreas que consideran que tienen mayor potencial. Aunque aún no ha presentado un plan detallado, los movimientos recientes apuntan a una reorientación firme hacia lo esencial, dejando fuera algunas iniciativas que no encajan con esa visión.

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